Nada sin nosotros: Prácticas culturales anticapacitistas ¡ya!

El dúo de arte y diseño MELT trabaja en proyectos y prácticas que avanzan hacia mundos no estructurados por el capacitismo.

Una foto muestra un texto escrito con tiza verde en un pavimento de hormigón al aire libre. Forma parte de una performance reciente de MELT en la Floating University de Berlín titulada «Against Curing». Las letras rodean una grieta y dicen: ¿consolidando la accesibilidad? Estamos en una rampa de hormigón.

Una foto muestra un texto escrito con tiza verde en un pavimento de hormigón al aire libre. Forma parte de una performance reciente de MELT en la Floating University de Berlín titulada «Against Curing». Las letras rodean una grieta y dicen: ¿consolidando la accesibilidad? Estamos en una rampa de hormigón.

No estamos aquí para deciros cómo hacer que X sea más accesible. No pedimos [casillas pendientes de marcar] las sobras: pedimos un cambio cultural y la desintegración de viejos axiomas asumidos hace mucho tiempo. Solicitamos acceso, pero, sobre todo, hacemos un llamamiento a poner en práctica(s) el anticapacitismo. El anticapacitismo desmantela el capacitismo, una forma de opresión que jerarquiza a las personas y las prácticas en términos de capacidad, y que se entrelaza con el racismo, con el sentimiento anti-queer, con el desposeimiento colonial, con el clasismo y con otras formas de opresión estructural.

El anticapacitismo es una práctica cultural que entiende la discapacidad como un valioso lugar de saber y sentir en el mundo. El anticapacitismo dispone de buenos recursos para desmontar la idea equivocada de que una forma de ser/moverse/sentir es mejor que otra. La accesibilidad forma parte de ello, pero no es lo único a lo que nos referimos. La accesibilidad está relacionada con los estándares: medidas de ancho de puerta, directrices sobre cómo redactar textos alternativos en páginas web y cómo formular textos empleando un lenguaje simple. No nos malinterpretéis, todo esto es importante, y la escasez de recursos y de cuidados es absoluta, pero nada de esto contribuye a una equidad plena si las normas que constituyen el capacitismo no cambian. El capacitismo esencializa el cuerpo-mente no discapacitado como la norma y el estándar plenamente humano, y devalúa a todos o todo lo que no encaja en su estricto régimen de capacidad. En la cultura capacitista, la accesibilidad es algo que ofrecer a las personas discapacitadas, para lo que hay que asignar un presupuesto adicional y contratar especialistas. En el imaginario capacitista, las personas discapacitadas están en otra parte, nunca allí donde se toman las decisiones.

Sobre ACCESS SERVER

Como artistas, construimos un mundo de prácticas anticapacitistas a través de intervenciones de diseño friccional y de obras como ACCESS SERVER. ACCESS SERVER traslada aquí nuestras reivindicaciones a favor de instituciones anticapacitistas, a las bandejas de entrada de los trabajadores culturales. ACCESS SERVER es un servidor de correo que anonimiza, recopila y remunera las peticiones de acceso que las personas con discapacidad envían a las instituciones culturales. Esto significa que cualquier persona con discapacidad que escriba un correo electrónico a una institución cultural pidiendo acceso puede hacerlo de manera anónima a través de ACCESS SERVER y recibirá veinte euros por su labor. El proyecto se encuentra actualmente en fase de prototipo.

solicitud@access-server.com  ACCESS REQUEST: ¿Lengua de signos?  A hola@institucióncultural.com  Estimada <institución cultural>,  Confiaba en unirme a vuestro evento <> dada su relevancia para mi práctica investigadora. ¿Se ofrecerá una interpretación en lengua de signos internacional?  Saludos cordiales,  Solicitante de acceso     Hola <institución cultural>,  Me gustaría visitar vuestra exposición <> con mi silla de ruedas eléctrica. Por favor, ¿podría indicarme si las puertas y el paso son accesibles?  Saludos cordiales,  Solicitante de acceso

ACCESS SERVER interviene de manera simultánea en múltiples páginas web en las que se desmonta el capacitismo. El proyecto defiende, faculta e incentiva que personas con discapacidad escriban a instituciones culturales remunerándoles por su trabajo. Ofrece plantillas de correos electrónicos para hacer más accesible la formulación de dichos correos. Y vincula correos electrónicos enviados a la misma institución para que quienes los escriben tengan la certeza de que no son los únicos solicitantes de acceso. ACCESS SERVER trabaja asimismo con instituciones culturales para mejorar sus conocimientos en materia de acceso, compartiendo recursos sobre cómo modificar las prácticas internas dentro de las instituciones y cómo posibilitar el acceso. Esto quiere decir que cuando los trabajadores culturales reciben solicitudes de acceso, se les ayuda a aprender a abordar las discriminaciones y las faltas de accesibilidad compartidas.

ACCESS SERVER paga a las personas con discapacidad veinte euros por cada correo electrónico para valorar el trabajo realizado: funciona con microrreparaciones. Valora el trabajo de solicitar acceso a espacios donde este está garantizado para muchas personas no discapacitadas. La anonimización amplía esta protección. Siguiendo a Sara Ahmed, identificamos el siguiente paradigma: «Cuando señalas un problema, tú te conviertes en el problema». ACCESS SERVER funciona como una interfaz de comunicación entre instituciones y personas con discapacidad, para que estas no sean objeto de ataques cuando solicitan algo con lo que los trabajadores culturales aún no están familiarizados.

Estimada Exposición de Van Gogh en Londres:

Estoy informado de que no utilizan luces estroboscópicas en sus exposiciones, pero ¿pueden confirmar que tampoco hay pequeños patrones repetitivos de luz, ya que esto puede provocar un ataque a los espectadores fotosensibles? Si este no es el caso, por favor, ¿pueden actualizar la pestaña de «Acceso» en su página de Preguntas Frecuentes? Muchas gracias por su tiempo.

Atentamente,

Solicitante de acceso

Como proyecto, ACCESS SERVER trabaja para desaprender el capacitismo en múltiples registros: capacitismo internalizado, combatir el capacitismo a través de la acción colectiva y desaprender el capacitismo institucional. Esta red de desaprendizaje del capacitismo recuerda un tanto a desengancharse: la red de una estructura, la tela del alzapaño, la cortina de un poste, el barco de un ancla. Al desenganchaaaaaaarse, el peso se libera y gran parte cae hacia abajo y hacia fuera. Esta energía puede entonces transformarse.

ACCESS SERVER ayuda a las personas con discapacidad a señalar y a enfrentarse a las inaccesibilidades y al status quo del capacitismo como un acto de empoderamiento. Los solicitantes de acceso (access seekers) son agentes que combaten el capacitismo como opresión cultural y que resisten el aislamiento y el silencio capacitistas. Mediante la vinculación de correos electrónicos, los solicitantes de acceso experimentan (aunque quizá ya lo sepan) que las necesidades de acceso de cualquier persona no son acontecimientos aislados sino problemas estructurales. De este modo, se rebajan las barreras que impiden la identificación con la cultura de la discapacidad y se desestigmatiza la discapacidad como un identificador negativo. A largo plazo, estas experiencias pueden ayudar a desmontar el capacitismo interiorizado, que describe cómo las personas discapacitadas a veces podemos sentir y representar valores capacitistas hacia nosotras mismas y hacia los demás porque se nos ha enseñado a ser menos que los demás. ACCESS SERVER fomenta el desaprendizaje del estado de ánimo de la cultura dominante que lleva a negar nuestro cuerpo-mente, e impulsa la suavización de los capacitismos interiorizados colectivamente.

ACCESS SERVER apoya el desaprendizaje del capacitismo a través de la acción colectiva. Todos los solicitantes de acceso están remunerados y facultados, honramos nuestro cuerpo-mente y conseguimos lo que necesitamos. ACCESS SERVER apoya el acceso colectivo poniendo en cuestión los marcos «probatorios»: ACCESS SERVER no pide a nadie que mencione una discapacidad ni que demuestre ninguna necesidad de documentos expedidos por médicos o estados.

ACCESS SERVER apoya el desaprendizaje del capacitismo institucional ayudando a las instituciones a hacer frente al hecho de que a menudo cuentan con recursos insuficientes para atender el acceso. Proporciona métodos para apoyar a las instituciones con el fin de que empiecen a trabajar en el punto en el que se encuentran, y de que acepten que no van a hacerlo bien al cien por cien. ACCESS SERVER anima a las instituciones culturales a avanzar para experimentar con un aumento de la accesibilidad, en lugar de quedarse atrapadas en la inacción por miedo. En vez de trabajar en el acceso para personas con discapacidad como una cuestión aislada y compartimentada, el proyecto respalda la idea de que las experiencias de opresión están entrelazadas y deben desmontarse en su conjunto. ACCESS SERVER actúa en el desarrollo de capacidades para garantizar un tiempo y una energía disponibles para planificar que funcionen los subtítulos automáticos, o cómo hacer que un ascensor sea de uso gratuito sin la presencia necesaria de un encargado del edificio, para que el acceso no se convierta en una cuestión de control ni en un agobio de última hora. Para ello hay que desmontar el paradigma de facilitar recursos solo cuando alguien los solicita; es necesario fomentar culturas del compartir lo que está disponible y cómo acceder a ello. ACCESS SERVER apoya el sentirse cómodo diciendo: «advertimos y nos responsabilizamos de lo que es inaccesible y encontramos formas de hacerlo accesible».

Sobre los sueños

¿Has soñado alguna vez con el ancho de una puerta? ¿Con esos pocos centímetros que te permiten cruzarla? ¿Y con un mecanismo de apertura de puertas accesible y que cumple con el código de incendios? ¿Con un ascensor con botones con señalización en braille incorporada? Probablemente no. Numerosas medidas de accesibilidad tampoco son como soñamos. Atravesar una puerta y que no te impidan participar es lo mínimo, un mínimo que no se suele conceder a las personas discapacitadas. El anticapacitismo es una llamada de atención al statu quo capacitista mientras seguimos soñando con futuros-presentes estructurados de otra manera.

Vamos a soñar un poco. Vamos a considerar el sueño como una forma colectiva y personificada de expresión y resistencia. Vamos a soñar con Audre Lorde, cuya poesía creó una arquitectura de esqueleto capaz de construir «un puente sobre nuestros temores de lo que nunca ha estado antes».

Soñamos con que nuestra realidad compartida no esté estructurada por el capacitismo, ni por racismo, ni por el clasismo, ni, ni, ni. Que se suprima la división entre las personas que tienen que solicitar acceso y aquellas cuyas necesidades están garantizadas. Soñamos con instituciones que acogen a públicos, artistas y trabajadores culturales discapacitados. Un mundo en el que la expresión del movimiento crip en Alemania Occidental en los años ochenta, «los crips están siendo sistemáticamente destruidos» (Udo Sierck), deja de ser cierta, como lo es ahora; se sigue encerrando a personas discapacitadas en centros asistenciales y se les sigue negando el acceso a espacios públicos.

Sobre todo, soñamos con desaprender el mito de la productividad y con romper el vínculo entre el trabajo capitalista y el valor humano. Exigimos un mundo donde la discapacidad no se despache como una forma de guerra biopolítica fascista y donde no se deje atrás a las personas discapacitadas cuando lleguen las inundaciones o las bombas. Soñamos con un mundo sin bombas: violencia que solo puede conducir a la destrucción, al desplazamiento y al sufrimiento. No solo un mundo en el que la discapacidad sea una razón para denegar la inmigración, sino un mundo que no organice el acceso a la vida en función del Estado nación en el que se nazca. Un mundo donde la toxicidad del agua, el suelo y el aire (en palabras de Mel Chen) no fomenta la enfermedad, y donde podemos desplazar las posibilidades corporales de las circunstancias discapacitantes del día a día a un presente anticapacitista.

Con estos sueños enraizados, se solidifican nuestras exigencias de anticapacitismo. Os invitamos a acceder a estos sueños, y a convertiros en sus promulgadores. Ajustad el ancho de vuestra puerta, y soñad en grande.

Sobre el anticapacitismo

El anticapacitismo es un término de transición que designa las prácticas que desmontan las jerarquías de capacidad. Esto guarda relación con la valoración de expresiones, experiencias y vidas discapacitadas. Teniendo en cuenta que el capacitismo no actúa únicamente a nivel individual o local, cualquier reflexión sobre esta estructura opresiva requiere una reflexión sobre las realidades coloniales actuales que deshumanizan y devalúan la vida a todos los niveles. El anticapacitismo nos pide cuidar las tierras, los pueblos y las culturas que continuamente se incapacita por medio de paradigmas coloniales como la contaminación, el desplazamiento, la extracción y la guerra.

Comprometerse con el anticapacitismo supone investigar y abordar el capacitismo como una ideología de aptitud física y mental obligatorias que está arraigada en la socialización de todos y cuya anulación precisa un esfuerzo enorme y constante. Para esta labor se necesitan compañeros que aporten experiencias situadas interseccionalmente para interrelacionar resistencias. El anticapacitismo entiende la discapacidad y la enfermedad como aspectos de la variedad humana a los que hoy en día se descuida culturalmente en Europa. El anticapacitismo cuestiona conceptos como: la inteligencia como un atributo mensurable; el cuerpo humano como algo constituido por partes específicas, racializadas y diferenciadas por género que se ajustan a ratios y a funcionalidades estandarizados; el habla como la forma de expresión más importante; la vista como la principal forma de percepción sensorial; y la atención y la memoria como procesos lineales y estables. El anticapacitismo aborda y valora explícitamente la discapacidad, y rechaza, por tanto, la humillación y el silenciamiento de experiencias de diferencias en las percepciones, expresiones, necesidades y culturas discapacitadas. El anticapacitismo como práctica se conecta con la valoración de las formas en que las personas se muestran tanto física como digitalmente y de otras maneras a través de formas de no-presencia activa, y crea formas de ser, hacer y moverse que sitúan el acceso en primer término.

Una imagen de la exposición «Shimmering Temporalities: Conspiring Timelines» dentro del espacio expositivo, TIER (Berlín). Almohadas cubiertas con fundas de plástico fundido sobre un suelo cálido de madera, montones de canicas y de arena y una proyección de vídeo donde aparecen hojas de flor de saúco que están siendo cortadas y separadas de los árboles.

Una imagen de la exposición «Shimmering Temporalities: Conspiring Timelines» dentro del espacio expositivo, TIER (Berlín). Almohadas cubiertas con fundas de plástico fundido sobre un suelo cálido de madera, montones de canicas y de arena y una proyección de vídeo donde aparecen hojas de flor de saúco que están siendo cortadas y separadas de los árboles.

Para que las instituciones se conviertan en anticapacitistas, necesitan interrumpir su participación en el fomento del capacitismo de una manera holística desarrollando y responsabilizándose de valores y éticas anticapacitistas. Empleando prácticas de cambio de hábitos comunicativos discriminatorios y cuestionando los paradigmas actuales que privilegian un momento como el más importante, un marco procedente de la cultura de la discapacidad de «rendimiento flexible» se aleja de estos momentos singulares de estrés e intensidad elevados. En 2021, en nuestra exposición «Shimmering Temporalities: Conspiring Timelines» en The Institute for Endotic Research (TIER) en Berlín nos servimos de este marco para apoyar múltiples necesidades temporales ofreciendo grupos abiertos y cerrados y estructuras abiertas y cerradas para permitir una multiplicidad de formas de relacionarse con el tiempo, con la programación y con el acceso al contenido.

Como práctica, el anticapacitismo está cambiando las formas en las que es posible conceptualizar, representar y acceder a las estructuras, al contenido y a la programación. En este sentido, el capacitismo está a la vuelta de la esquina, perfilándose frente a los capacitismos estructurales y cotidianos en los que nos hallamos.

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