Premio Internacional a la Innovación Cultural. Una síntesis de los proyectos recibidos

Hacemos un análisis general de los proyectos admitidos para encontrar conexiones en las temáticas y en las formalizaciones.

Carrera de campo NCAA 1973, Washington.

Carrera de campo NCAA 1973, Washington. Fuente: Flickr.

El nuevo certamen convocado por el CCCB con motivo de su vigésimo aniversario, el Premio Internacional a la Innovación Cultural, recibió en su primera edición, bajo el tema «Público/s», 151 proyectos de los cuales 96 fueron finalmente admitidos a concurso. Analizamos las diferentes procedencias de los proyectos, así como sus puntos en común, que dibujan un cierto estado de la cuestión de/de los público/s actual/es. Los finalistas determinan unas constantes comunes, en las que queda claro que el público ha dejado de ser un ente pasivo para pasar a ser participativo y, al mismo tiempo, complejo y fragmentario.

En la primera edición del Premio Internacional a la Innovación Cultural se recibieron un total de 151 proyectos, de los que finalmente fueron admitidos a concurso 96. Este proceso de admisión corresponde al cumplimiento de las condiciones de participación y al hecho de que los proyectos poseyeran toda la documentación necesaria para su evaluación. Centrándonos solo en los proyectos admitidos, podemos hacer varias lecturas del material recibido. La procedencia de los proyectos es muy diversa: 61 fueron presentados desde fuera del Estado español, dibujando una cartografía que contiene 25 países. De los 96 admitidos, 33 proyectos fueron redactados en inglés, 18 en catalán y 43 en castellano. En general, la calidad de las propuestas es notable y, siguiendo las exigencias de las bases, el apartado teórico permite contrastar un posible diagnóstico del panorama cultural en Europa y el resto del mundo.

Todos los proyectos admitidos fueron analizados y valorados por una comisión técnica integrada por trabajadores de diferentes departamentos del CCCB. Se decidió trabajar en las valoraciones siguiendo los criterios de selección que tendrá el jurado para dar coherencia a toda la discusión interna y poniendo énfasis en la innovación en sus formas de relación con los público/s, el tema elegido en esta primera convocatoria. Además de las lecturas y valoraciones personales de cada miembro de la comisión, se mantuvieron reuniones en las que se fue elaborando una lista con los veinte proyectos más interesantes y mejor puntuados para llegar a los diez finalistas. Se tuvieron en cuenta la calidad y originalidad de las propuestas, así como su viabilidad, pero lamentablemente fueron excluidos algunos proyectos muy sugerentes que no cumplían con la condición de inéditos que requería al premio, por tratarse de proyectos que ya estaban en marcha o se estaban realizando en otros centros o museos.

A pesar de que la discusión sobre el tema de los público/s es amplia y compleja, ha sido posible determinar unas constantes comunes en buena parte de los proyectos recibidos:

  • Existe cierta unanimidad de criterios sobre los cambios que ha experimentado el público ―y el concepto de público― en los últimos años, debido a la irrupción de los prosumidores, activados por las nuevas herramientas digitales y también por los efectos de una crisis económica que conlleva una crisis política, ética, ecológica y cultural.
  • El público ―o una parte de los públicos― ha dejado de ser un ente pasivo y atiende al gran llamado a la participación que se ha instalado desde hace una década, reclamando precisamente mayor participación en los eventos culturales y en sus dinámicas de creación, producción, representación y distribución.
  • Los procesos de participación proponen un amplio abanico de opciones y estrategias que van del marketing 2.0 a la co-creación con usuarios, sugiriendo una serie de dilemas que están alterando el modo de crear, programar, producir, consumir y distribuir conocimiento.
  • El consumo cultural comienza a adquirir una especial complejidad debido a la fragmentación de los públicos y las audiencias en la era del acceso, sugiriendo que no existe una figura universal de público, y que incluso una misma persona puede ser muchos tipos de públicos a la vez, dependiendo de las circunstancias.
  • Existe cierto consenso sobre los «públicos descuidados» por las instituciones culturales, con un particular acento en la franja de edad que va de los 19 a los 35 años, y que conforma de alguna manera el sector más inmediato y quizá decisivo, sin olvidar al público infantil y adolescente y la llamada tercera edad, o las personas con algún tipo de discapacidad.

Dejando de lado las líneas argumentales y enfocando nuestra atención en los formatos y las formalizaciones que se proponen, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

  • Las propuestas formales presentadas en cada proyecto revelan una tendencia a la mezcla o hibridación de géneros, formatos y dispositivos.
  • Las soluciones propuestas incluyen distintos niveles operativos:
    Exposiciones virtuales, exposiciones creadas por el propio público, conferencias performativas, plataformas digitales, aplicaciones (apps), proceso de documentación, críticas y alternativas al cubo blanco, cesuras y vaciamientos espaciales, nuevos modelos para el uso de las redes sociales o social media, prototipados, formatos lab, etc.
  • Podría decirse que no hay novedad en términos absolutos, quizá porque se trata de un ideal insostenible y en cierto modo imposible, aunque la búsqueda de lo nuevo como uno de los imperativos categóricos de la modernidad continúe vigente al menos como pregunta o problema.
  • Otro punto que cabe destacar es la notoria influencia de una estética relacional, del giro educativo en la actividad curatorial y de propuestas experimentales y abiertas, que ponen el acento en los procesos de creación (antes, durante y después) y en las plataformas colaborativas.
  • Los géneros tradicionales (exposiciones, conferencias, festivales, congresos, simposios, etc.) denotan una progresiva erosión, con un aumento de talleres, actividades educativas y performativas, pero no es posible extraer conclusiones precisas sobre su vigencia u obsolescencia. El panorama revela una coexistencia de géneros y formatos, revivals y reciclajes, experimentos promisorios, vías muertas y novedades aparentes.

Finalmente, y después de una extensa deliberación, la Comisión Técnica decidió que los diez proyectos finalistas serían Art Meal, Beep Beep, CCC TV Tú, CICdB, CulTime, Dar Lugar, Esdevenir Públic, In-VisbleLa Baraka y Píndoles Culturals. Estos proyectos serán los que valore el jurado para elegir el ganador de esta edición.

 

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